Publicaciones sobre la experiencia docente del CCH

La UNAM del siglo XXI
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 4


Fecha: 2014-10-30
Área: Ciencias Experimentales
Materia: Biología I y II
Temática: El trabajo colegiado
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Autor(es)
Alfredo Muñoz Cuevas

Palabras clave: UNAM, bachillerato, capitalismo posindustrial, sociedad del conocimiento

La educación de una nación debe adecuarse a la sociedad que la sostiene, en general y al aparato productivo, en particular. Si aceptamos esto también aceptamos que las personas que reciben dicha educación puedan integrarse tanto a la sociedad como a los distintos rubros productivos; es decir, que en un mundo globalizado, donde existe un cambio radical en la forma de producción, dicho cambio debe de la misma forma repercutir en la educación, principalmente en la docencia. Aceptar lo anterior significa que todo cambio que planteemos en este ámbito debe de ser analizado, discutido y de forma constructiva, ejercer el diálogo y la crítica.

Según Lyotard[1], desde hace algunos años se vive un cambio radical en el aparato productivo, esto es, el modelo clásico del capitalismo industrial (donde lo importante es la producción en serie, con supervisión centralizada y esquemas rígidos de control) está dando paso a un capitalismo postindustrial (que prefiere enviar sus industrias, contaminantes en su mayoría, a los países subdesarrollados de la periferia), flexible y descentralizado y en su lugar lo que pretende producir es conocimiento, es decir, conocimiento patentable (que para utilizarlo hay que pagar derechos y regalías) protegido por un sistema jurídico internacional —regido por E.U.A.— denominado “Derechos de propiedad intelectual” (y que algunos confunden con el derecho de autor). Este sistema, según Vandana Shiva[2] es un sistema de expoliación que sólo favorece a las transnacionales. Para que dicho sistema sea viable se necesita que los países donde este sistema existe sean “flexibles” y los trabajadores sean “competitivos”, es decir, que estas empresas puedan evadir impuestos y los trabajadores desarrollen competencias —entendiéndose con esto que los trabajadores realicen una multitud de tareas, equivalentes a varios trabajadores— y, sobre todo, que no se muestren descontentos.

Este “capitalismo del conocimiento”, según los define Sergio Ordoñez[3], en la actualidad está impactando al Sistema Educativo Nacional y por lo que parece, sus dos áreas son el bachillerato y el posgrado. Para el bachillerato busca inculcar “competencias para la vida”, mientras que para el posgrado parece orientarse a la generación de “conocimiento innovador” (es decir, suponen que hay que generar investigaciones cuyos resultados puedan ser patentables). La UNAM, por lo que parece, no es ajena a este afán modernizador y en la visión general de la administración del Dr. Narro las expresiones tales como “Sociedad del Conocimiento” y “Tecnologías de la Información” inducen a pensar que es afín al esquema arriba descrito. Para el caso del Colegio de Ciencias y Humanidades, cuyo modelo —que se dice es constructivista— se encuentra basado en “habilidades” de aprendizaje, habilidades que, desde mi perspectiva, debo de confesarlo, las encuentro muy parecidas a los aprendizajes por competencias, propugnadas por la SEP. Quizá esté equivocado, sin embargo, dentro del marco de cambio curricular que vive nuestra institución, creo que es conveniente invitar a que más allá de las instancias formales de nuestro Colegio, se puedan abrir vías de diálogo y debate para clarificar puntos. Nuestra comunidad lo merece.Ì



[1] Lyotard, (1987) La condición posmoderna. Un reporte del saber.

[2] Shiva, V (2003) ¿Proteger o expoliar? Los derechos de la propiedad intelectual

[3] Ordoñez, S. () Capitalismo del conocimiento: ¿México en la integración? Revista Problemas del Desarrollo Vol. 37, No. 146.