Publicaciones sobre la experiencia docente del CCH

Cultura Básica y Cultura Científica: compañeras del proceso para aprender ciencia
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 5


Fecha: 2015-02-11
Área: General
Materia: General
Temática: Modelo Educativo
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Autor(es)
Francis Navarro León

Palabras clave: modelo educativo, áreas del conocimiento, cultura básica, cultura científica, método científico experimental.

El desarrollo de esta reflexión docente inicia contextualizando en forma breve el Modelo Educativo, las Áreas del Conocimiento y la Cultura Básica, que se encuentran ampliamente descritos en diversos documentos del Colegio.

En el Modelo Educativo institucional, el aprendizaje y la formación de los alumnos son el centro del quehacer diario del docente.

El Colegio de Ciencias y Humanidades es un bachillerato de cultura básica que se propone formar al alumno por medio de la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que propicien en el egresado un desempeño más creativo, responsable y comprometido con la sociedad y que a la vez lo posibilite para continuar estudios superiores. Modelo Educativo del Colegio. (S/A, Modelo Educativo del Bachillerato del Colegio en Plan de Estudios Actualizado. CCH, DUACB, julio 1996, pp.35-36)

Para lograr este propósito, las materias que integran el Plan de Estudios están organizadas por áreas que permiten al alumno adquirir una visión de conjunto de los elementos conceptuales y metodológicos para la integración de conocimientos. (S/A, Las áreas en el contexto de la cultura básica” en Plan de Estudios Actualizado. CCH, DUACB, julio 1996, pp. 46-48)

La materia de Química pertenece al Área de Ciencias Experimentales, la cual contribuye a la cultura sica del estudiante promoviendo aprendizajes que ...le permitirán desarrollar un pensamiento flexible y crítico, de mayor madurez intelectual, a través de conocimientos básicos que lo lleven a comprender y discriminar la información que diariamente se presenta con visos de científica; a comprender fenómenos naturales que ocurren en su entorno o en su propio organismo; a elaborar explicaciones racionales de estos fenómenos; a valorar el desarrollo tecnológico y su uso en la vida diaria, así como a comprender y evaluar el impacto ambiental derivado de las relaciones hombre ciencia y tecnología– naturaleza. (S/A, Área de Ciencias experimentales” en Plan de Estudios Actualizado. CCH, DUACB, julio 1996, p.52)

Este mismo documento indica que Los programas de estas asignaturas consideran a la química como ciencia que contribuye a la satisfacción de necesidades sociales y que forma parte de la cultura básica del estudiante, al aportarle información y procedimientos para interactuar de manera fundada y crítica con su medio natural y social.

Como bien señala el Dr. Bazán en su artículo Funciones del Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades, En la cultura básica,se explicitan los saberes, los contenidos (conocimientos, habilidades y valores)” y se citan los principios pedagógicos Aprender a aprender forma parte de la cultura básica, aprender a hacer, aprender a ser y más recientemente completados con aprender a convivir, que abre el ámbito de la formación ciudadana”.

De lo anterior, se observa que para que los jóvenes estudiantes logren la cultura básica deseada, se hace énfasis en que, desde las asignaturas del primer semestre, los docentes respondan al reto del qué, cómo y para qué desarrollar esta cultura en sus alumnos.

El Método Científico en la enseñanza de las ciencias naturales como la química

En general, los docentes de ciencias naturales aplicamos estrategias educativas que buscan acercar y vincular la experiencia científica que se desarrolla en las aulas - laboratorio con hechos de la vida cotidiana de los estudiantes. Sin embargo, con frecuencia nos preguntamos: ¿Es posible trabajar las ciencias naturales partiendo de una experiencia científica con los jóvenes estudiantes del bachillerato del CCH? ¿Qué deberíamos tener en cuenta los docentes?

La enseñanza de las ciencias sigue siendo un desafío en la educación de los jóvenes, quienes, al pertenecer a una institución como el Bachillerato del Colegio, buscan finalizar con éxito sus estudios en este nuevo ciclo escolar. Como docentes no podemos olvidar que ya cuentan con una experiencia como estudiantes y con una trayectoria sobre lo que significa aprender y más aún sobre la imagen de que son los profesores quienes deben enseñar. De esta manera manifiestan sus propias expectativas sobre el proceso de enseñar y el proceso de aprender.

En estas consideraciones, subyacen factores que provocan el alejamiento de los jóvenes estudiantes de la propuesta didáctico-pedagógica, descrita en el Modelo Educativo del Colegio, como la falta de acercamiento de conceptos teóricos aislados a la realidad del estudiante y sin vinculación con sus intereses y su entorno de vida diaria, entre otros.

El reto es cómo partir de los intereses y la realidad del joven estudiante, para construir un nuevo tipo de conocimiento, aplicando las experiencias científicas desarrolladas y logradas en el aula laboratorio.

Sin duda, los docentes nos encontramos con estudiantes que tienen la idea de que aprender, para lograr una muy buena calificación, es escuchar al profesor, copiar lo que escribe en el pizarn, y copiar de textualmente lo que encuentran en la Web sobre el tema. Romper con este esquema y resignificar el aprendizaje que los lleve a la construcción de su propio conocimiento, no es tarea fácil y menos aun cuando las formas de enseñar los conocimientos científicos, que en ocasiones les parecen aburridos y descontextualizados, son producto de un quehacer metodológico poco actualizado, lo que no sólo no motiva el aprendizaje, sino que tampoco ayuda a construir conocimientos.

En otras palabras, no se trabajan en el aula laboratorio estrategias de enseñanza y actividades experimentales innovadoras que acerquen el aprendizaje científico al entorno cotidiano de los estudiantes, que los ayuden a comprender temas y resolver problemas situacionales cotidianos. ¿Acaso creemos que los jóvenes estudiantes no podrán cambiar su conocimiento intuitivo o previo por un saber científico o que no podrán plantear un problema o crear una hitesis, comprender un concepto, contrastarlo y sacar sus propias conclusiones? Nuestros estudiantes sí pueden ser parte del proyecto de su aprendizaje y de la construcción de su propio conocimiento científico.

A la luz de estas reflexiones, una enseñanza innovadora sustentada en el método científico y fortalecida con estrategias y actividades experimentales cercanas al entorno cotidiano de los estudiantes, sin duda son desafíos docentes que les permitirán no sólo un firme acercamiento al conocimiento científico, sino también van a desarrollar, fortalecer y consolidar aprendizajes conceptuales y habilidades procedimentales que caracterizan el aprendizaje de la química y con ello, nuestros estudiantes van alcanzar una cultura científica acorde al nivel educativo en que se encuentran.

Cultura Científica

Si bien el propósito fundamental del Área de Ciencias Experimentales es incrementar la cultura científica y las actitudes investigadoras de los estudiantes, para promover entre ellos vocaciones para estudios superiores en ciencias, abordar y reflexionar acerca del tema de la cultura científica, que tiene su fundamento en la cultura básica y en la enseñanza de las ciencias, no es una tarea docente cil, porque aun cuando los estudiantes piensan que la ciencia es importante, las noticias sobre ciencia no despiertan gran interés y necesidad de conocer el valor e importancia que tiene el conocimiento científico.

Despertar este interés es función de toda la comunidad científica, desde los profesores hasta el científico más relevante. Para ello se deben utilizar todos los recursos disponibles y hacer visible que en la vida diaria todo tiene que ver con la ciencia, que la ciencia está en nuestro día a día.

Para abordar y articular la importancia de aspectos relacionados con la cultura científica, sin duda, un primer aspecto es el conocimiento y la aplicación del método científico y los elementos que configuran el desarrollo del trabajo científico, que van desde la observación inicial de los fenómenos de la naturaleza, hasta la refutación o verificación de las hitesis propuestas para explicarlos; esto es importante y fundamental.

Un segundo aspecto es lo relacionado a los valores de la ciencia como parte de la propia cultura científica, mientras que un tercer punto se refiere a un conjunto de conocimientos científicos que pueden considerarse sicos, aunque su delimitación siempre será imprecisa.

Con lo anterior, se pretende conseguir que la cultura científica tenga una mayor presencia en lo social, tanta como la tiene la cultura básica en el ámbito educativo.

Para promover la cultura científica entre los jóvenes y para que se interesen en conocer cómo pueden aplicar los conocimientos científicos en la squeda de soluciones a distintos problemas, es pertinente que los docentes utilicemos materiales educativos (artículos, notas de opinión, reportajes, noticias y entrevistas) que tengan relación con los contenidos descritos en los programas de estudio de la Química y que contengan distintas problemáticas de nuestro tiempo y realidades sociales, en diferentes campos disciplinares.

Se trata de acortar las distancias entre los aprendizajes conceptuales, las habilidades y los valores que se logran en el aula laboratorio, con la aplicación o puesta en pctica de éstos y su relación y vinculación con hechos de la vida real de los estudiantes; se trata de que los estudiantes disfruten de sus propios aprendizajes y conocimientos y que sean capaces de enfrentar diversas situaciones reales de su vida diaria, es decir, de su entorno cotidiano.

Como se mencionó antes, hoy los estudiantes saben que la ciencia es importante, que ayuda al bienestar de la sociedad a través de la tecnología, la creatividad y la innovación, pero nada más; sin embargo, si además de lo anterior, logramos que con una actitud positiva se interesen por campos del saber de las ciencias, entonces estaremos contribuyendo al logro del perfil de egreso que se pretende con la aplicación del Modelo Educativo del Colegio.

Cultura Científica y Comunicación de la Ciencia

Sin duda, hoy el deterioro de los recursos naturales es la mayor amenaza para la humanidad, pues genera fuertes problemas sociales, problemas que pudieran encontrar respuesta en la socialización del conocimiento científico y en la incorporación de la sociedad al proceso de participación en su solución. La cultura científica va más allá que la cultura básica que se ofrece en la enseñanza de las ciencias.

Para Zamarn (2006:139), una persona con cultura científica requiere contar con información, pero también con una preparación y habilidades que le permitan situar el conocimiento en su esencia y su sentido, lo que significa una capacidad de análisis y contextualización de lo que sucede en el mundo de la ciencia.

Para C. Cortassa (2008:132), toda pctica que promueva la comprensión pública de la ciencia debe trascender el concepto de educar” científicamente…, como logro pedagógico, para superar la brecha cognitiva. Por ello, para lograr individuos participativos en esta nueva sociedad, una condición necesaria es el grado de conocimientos y de cultura científica y tecnológica que poseanlos ciudadanos…. (Zamarrón, 2006:134).

En una sociedad donde la ciencia y la tecnología se hacen presentes de múltiples maneras, ¿qué podemos hacer los docentes en la squeda de una cultura científica que es indispensable para que los jóvenes estudiantes aprendan a hacer cosas y construyan sus conocimientos?

Entre otras acciones, se tiene que crear un buen ambiente de aula y aprendizaje, despertar curiosidad para querer aprender temas interesantes, enseñar contenidos científicos contextualizados, aplicar el enfoque Ciencia Tecnología Sociedad y cuidado del Ambiente (CTS-A), estar al día en las TIC para que podamos guiar a los estudiantes hacia la innovación, la ciencia y la tecnología. Lo importante es hacer una buena divulgación de la ciencia.

Las huellas que deja formar parte de una comunidad educativa

Cuando entre colegas hablamos de que los estudiantes que egresan del bachillerato del CCH, deben lograr una cultura básica en el ámbito de las ciencias naturales, nos referimos más específicamente a una cultura científica. Sin embargo, casi de manera inmediata reconocemos que, para alcanzar este ideal educativo, desde el primer semestre se debe ir promoviendo esta actitud de acercamiento a la ciencia. En otras palabras, el fin de la enseñanza de la ciencia en el aula laboratorio, siempre centrada en el aprendizaje, no es que los estudiantes tengan que aprender todos los conocimientos teóricos de las asignaturas, sino que aprendan lo más importante y significativo de cada una de las materias del Área; para ello la enseñanza de lo teórico y conceptual debe estar vinculada, contextualizada y cercana a hechos y fenómenos reales de la vida cotidiana de los estudiantes.

Si desde la experiencia vivida en este Seminario de Modelo Educativo abordamos un conjunto de reflexiones en torno a la cultura básica, y desde la experiencia personal lo orientamos hacia la cultura científica, entonces podemos señalar importantes reflexiones que serán útiles a la docencia de los profesores de reciente ingreso.

1.    Desde el marco institucional, es pertinente describir al menos aquellos indicadores que orienten y definan de manera expcita el planteamiento definitorio, los principios orientadores y cómo promover una cultura científica. Sin duda, cuando se tiene claro hacia donde se quiere ir y el cómo se quiere llegar a ese destino, es muy probable entusiasmar al que enseña y motivar al que aprende a caminar por ese sendero.

2.    La construcción, entre pares, de la dinámica operativa de cultura científica. Bajo la premisa de que es necesario innovar la docencia para que los estudiantes relacionen, contextualicen, vinculen y apliquen lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal de la disciplina con hechos y fenómenos de la vida cotidiana, de seguro el legado que va surgiendo de esa dinámica docente, será invaluable y por tanto el éxito de sus aportes será notorio.

3.    La construcción operativa para promover una cultura científica, debe estar en sintonía con la formación que la institución ofrece a los jóvenes profesores. Una institución que reconoce las necesidades de sus educadores y que dirige sus esfuerzos para alcanzar uno de sus idearios, la cultura científica de sus egresados, segui aportando credibilidad y continuidad de la comunidad de educadores que el Colegio necesita para seguir manteniendo vivo y actual su Modelo Educativo.

4.    Una enseñanza innovadora y contextualizada no resulta ser el fin, sino el medio. Cuando el docente, desde su espacio áulico, inspira y orienta, promueve la imaginación de los estudiantes, los va acercando al logro y fortalecimiento de una cultura científica.

En conclusión, estas reflexiones sobre la cultura científica, sustentadas en la experiencia docente y en la constante y continua interacción entre pares, pretenden contribuir, dejar huella y aportar orientaciones para la formación en la enseñanza teórico-experimental de los docentes de reciente ingreso.

¿Qué sigue….? ¡La formación de los profesores!

Es cierto que fomentar y desarrollar en los estudiantes la cultura científica es un reto docente, pero ante este reto y en el contexto del aula laboratorio, cómo pensar sólo en la enseñanza y el aprendizaje del conocimiento conceptual de la ciencia, sin considerar que la cultura científica también es parte de la cultura básica, pilar fundamental del Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Por ello, es necesario que la Institución atienda de manera continua y permanente la formación de los profesores que recién se incorporan al Colegio, una formación en la que el aprendizaje de los estudiantes sea el centro del proceso de enseñar y el principal propósito de la labor educativa.

Son pertinentes una formación y preparación para la docencia teórica-experimental que se conciba como un proceso de apropiación de los principios filosóficos, didácticos y metodológicos del Modelo Educativo del Colegio, en la que de manera cotidiana se utilice la metodología científica experimental, acompañada de estrategias y actividades que, de manera continua y permanente, aún más desde el primer semestre hasta el semestre en que egresan del bachillerato, motiven y despierten en los estudiantes el interés por la ciencia aplicada en su vida diaria.

En este proceso de formar para enseñar, se trata de motivar al que enseña, a trabajar de la mano con la curiosidad y la creatividad de los estudiantes, de conducir, guiar y apoyar al que aprende, hacia el desarrollo de sus capacidades cognoscitivas y creativas, en y durante la squeda de solución a situaciones problema relacionadas con el contenido de las asignaturas, todo ello a través de clases más creativas y didácticamente mejor planeadas, en las que el docente no comunica conocimientos acabados, sino plantea situaciones y tareas que, al tiempo que les interesan, los conducen a la squeda de vías y medios para solucionar problemas. Con ello estaremos beneficiando la apropiación, no sólo de nuevos conocimientos, sino también de formas diversas de actuar, de buscar información y de enfrentar situaciones problemáticas que se le presenten en su cotidianidad.

Se trata de que los docentes se apropien de los enfoques y la metodología científica experimental adecuada e innovadora, no sólo para promover la construcción de aprendizajes científicos y significativos, sino para que, aprovechando las motivación e interés de los estudiantes, logren una cultura científica que les permita comprender y actuar en su mundo actual y explorar y contribuir al cuidado de la naturaleza.

Por eso considero que los docentes del Bachillerato del CCH deben de robustecerse en el trabajo conjunto y colaborativo entre pares, para innovar el aprendizaje de la ciencia con estrategias y actividades experimentales que se apliquen en las aulas - laboratorio, en especial la química, y que promuevan en forma permanente y continua una cultura científica cercana al entorno cotidiano de los estudiantes. En otras palabras, se trata de que los alumnos aprendan a aplicar la ciencia para entender su entorno y lo que ocurre en la vida real, de usarla en el día a día.

El gran reto es mejorar significativamente y centrar esfuerzos en aumentar las estrategias de enseñanza teórico experimentales, para que logren obtener el nivel de comprensión de las ciencias y acercarlos a la vinculación de lo científico-tecnológico conceptual con el entorno cotidiano.Ì

Referencias documentales

Bazán Levy. J. (2014). Apuntes del Seminario sobre el Modelo Educativo del Colegio. Colegio de Ciencias y Humanidades. UNAM.

Colegio de Ciencias y Humanidades. (2006). Orientación y Sentido de las Áreas del Plan de Estudios Actualizado. Universidad Nacional Autónoma de México.

Colegio de Ciencias y Humanidades. (2009). Programa de Estudios Actualizado. Universidad Nacional Autónoma de México.

Morales, M. y Porras, D. (1991). Divulgación científica o socialización del conocimiento científico. En SOMEDICYT. Reflexiones sobre la Divulgación de la Ciencia. Memorias del I Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia. Michoacán, México.

Perrenaud. Ph. (2004) Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Barcelona: Grao.

Vaccarezza, L. S. (2008). Exploraciones en torno al concepto de cultura científica. En FECYT, Resúmenes del Congreso Iberoamericano de Ciudadanía y Políticas Públicas de Ciencia y Tecnología. Madrid. P. 110.

Zamarrón, G. (2006). De cultura científica y anexas. En VVAA Universidad, comunicación y ciencia: contrastes. México, Universidad de Baja California y Mario Porrúa Edit. Pp. 129-145.