Publicaciones sobre la experiencia docente del CCH

De lo que he aprendido en el Colegio de Ciencias y Humanidades
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 1


Fecha: 2013-08-20
Área: Idiomas
Materia: Francés I a IV
Temática: Estrategias didácticas
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Autor(es)
Leticia Imelda Dickinson Bannack

Palabras clave: producción escrita, lengua extranjera, francés.

En una ocasión, hace ya muchos años, tuve la fortuna de inscribirme en uno de los innumerables cursos interanuales que se han dado a los profesores del CCH. Lo impartió la Maestra Margarita Palacios de la Facultad de Filosofía y Letras. Este curso-taller se dio en el Plantel Sur. El curso era para los profesores en general y, seguramente muy interesante para los profesores de Talleres. Siendo yo profesora de Francés y que, en aquel entonces, hacíamos Comprensión de Lectura, por lo que los alumnos producían muy poco en esa lengua extranjera, mi objetivo para tomarlo fue incursionar un poco en estrategias de escritura.

En dicho curso interanual, Margarita nos planteó, entre otras muchas cosas, una forma “muy simple”, dijo, de motivar a los alumnos a acercarse a la escritura, específicamente a hacer poesía. Ella nos presentó una “fórmula”: A+B+C= lenguaje común pero: B+A+C= algo distinto ó C+A+B implicaría también cambios. ¿Qué contiene esta fórmula? No nos hablaba de matemáticas sino del lenguaje. Entonces, ¿qué representaban los elementos de la fórmula?

Su estrategia fue hacernos nombrar lo que veíamos por las ventanas y se escribió en una columna en el pizarrón. Tuvimos: árboles, cielo, nubes, jóvenes, estudiantes, escalera…Después nos pidió mencionar verbos que pudieran relacionarse con los sustantivos que resultaron: moverse, estudiar, platicar, jugar, ir, caminar, sentarse, venir… mismos que se escribieron en una segunda columna. Nos pidió, de igual manera, adjetivos: grandes, viejos, jóvenes, frondosos, guapas, feos, alta, secos, que quedaron en una tercer columna.

Bueno, en la columna A habría sustantivos; en la B, verbos; en la C adjetivos. Podría haber una columna D con colores solamente. Nos pidió escribir enunciados con los elementos de las tres columnas pero respetando la fórmula que escribiera en el pizarrón. No usó A+B+C. La que puso fue B+C+A. ¿Quieren hacer un intento? Acompañen los sustantivos de un artículo, elijan un adjetivo que no tiene que ser muy obvio y, finalmente, asígnenle un verbo que, recuerden, no tiene que ser necesariamente el que usarían en su cotidianidad. Van a hacer poesía…

Sí, faltan algunos elementos lingüísticos para tener enunciados complejos o subsecuentes, pero… era el principio mismo y, créanme que se lograron líneas muy bellas. Hicimos este ejercicio en clase. Dio cosas lindas, una de las compañeras incluso lloró por situaciones reales por las que estaba viviendo y que se reflejaron en lo que ella produjo.

¿Qué aprendí? Como lo digo anteriormente, imparto Francés y, en esa época, se daba Comprensión de Lectura, así que los alumnos en realidad producían poco en la lengua que estudiaban. Su producción escrita era para dar respuesta a las preguntas formuladas, sobre documentos leídos o directamente sobre ellos mismos. Entre los documentos auténticos que se leían, había poemas. Los alumnos, en general, siempre han querido “decir” cosas en forma oral o escrita, así que me pareció interesante intentar que pudieran escribir algo diferente y personal, con la ayuda de mi propio aprendizaje en el curso de la Maestra Palacios. Decidí que, al momento de leer poemas, valía la pena dedicar un espacio para que ellos mismos dijeran algo, lo que quisieran, de manera diferente: haciendo poesía. En realidad, lo que es necesario entender es que hay formas distintas de decir lo que se siente o se quiere. Después de poner en práctica este aprendizaje, los alumnos tuvieron menos dificultades para su producción escrita en general, sin que necesariamente fuera en verso.

La edad de nuestros alumnos es, quiero pensar que sigue siendo y por ello uso el presente, una edad para acercarse a este género literario. Hay un espacio en mis clases en el que pregunto si leen poesía, si les gusta la poesía. No siempre, pero a veces hay quien la lee o quien se atreve a decir que la lee, pero he tenido alumnos, hombres y mujeres, que también escriben versos. Cuando se da el caso, llevo y les presto poemas en francés, versos escritos por jóvenes adolescentes. Y se hace un ejercicio, en clase, con las fórmulas de la Maestra Palacios.

Lo mejor de todo es que, durante varios años y en diferentes grupos, hubo alumnos que, sin hacerlo antes, sí escribieron versos en francés y en español siguiendo estas fórmulas, al menos, al inicio y en francés. Gracias a la maestra Margarita Palacios pude lograr que algunos alumnos expresaran lo que querían, utilizando un género literario que no practican.

Fruto de mi aprendizaje y de su práctica en mis cursos, alumnos de tres grupos que atendía, participaron en el Concurso Nacional de Poesía Francófona en el que intervinieron alumnos de la Alianza Francesa, del IFAL, del IPN, de la Prepa y del CCH de la UNAM, entre otras instituciones educativas, y uno de mis alumnos obtuvo el segundo lugar. Otros más obtuvieron lugares entre el décimo y el vigésimo, lo que me pareció siempre que fueron magníficos lugares, cuando eran tantos participantes. En su época, la Hoja de Información del CCH Sur publicó semanalmente cuatro de los poemas. ¡Qué logro el de ellos, qué satisfacción la mía! ¡Qué agradecimiento a mi maestra! Las Hojas de Información que publicaron tres de los poemas a que hago referencia, son la número 213 del 15 de noviembre, página 2 de 1993; la 216, página 2 y la 217, página 5 del 6 y 13 de diciembre del mismo año. Estos son ejemplos de lo que los chicos lograron hacer en su momento.

Estimado lector, compañero: ¿Han hecho un ensayo de verso? ¿Qué obtuvieron? ¿Les gustó? Yo no escribo, menos poesía. Sin embargo, después de los ejercicios con mis alumnos, les aseguro que pueden lograrse líneas muy bonitas.Ì