Publicaciones sobre la experiencia docente del CCH

Las Academias, promotoras del fortalecimiento del Colegio
Nuevos Cuadernos del Colegio Número 2


Fecha: 2013-09-02
Área: Ciencias Experimentales
Materia: Química I y II
Temática: El trabajo colegiado
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Autor(es)
Rubén Muñoz Muñoz

Palabras clave: academias, inscripción a quinto y sexto semestres, experiencia de autogestión.

En sus inicios, las academias fueron el motor del desarrollo académico del Colegio de Ciencias y Humanidades. En ellas se cimentaron no tan sólo los ejes de los programas, sino se establecieron las líneas de acción política y a veces de acción administrativa.

Los Coordinadores de las academias, que sustituyeron a los Jefes de Área designados por las autoridades, pronto se convirtieron en representantes de los profesores, a través de los cuales se gestaban tanto las discusiones de carácter académico, como de tipo político e, incluso a veces, de asuntos administrativos, como el pago de exámenes extraordinarios, o hasta el alta de profesores.

La convocatoria a una asamblea de Academia por los coordinadores era un llamado especial, al cual acudían casi todos los integrantes de la Academia. En aquellas largas reuniones se arreglaban todos los asuntos, los programas, las guías de estudio, los exámenes y hasta los boletines para la sustitución de profesores que dejaban los grupos por enfermedad.

Los Coordinadores eran los depositarios de las directrices políticas, propuestas y preocupaciones de cada uno de los profesores de cada una de las Áreas Académicas y de los Departamentos.

En este marco, en el año de 1974, en pleno proceso de autogobierno, surge como una necesidad en el seno de la Asamblea General del Plantel Oriente, el problema de la inscripción por primera ocasión de los alumnos que se incorporan a quinto y sexto semestre; ahora el proceso no sería tan simple como la inscripción del segundo al tercer semestre, cuando los grupos pasaban en forma completa, ya que, para el quinto y sexto, cada alumno hacia su propia selección de materias y las posibilidades de grupos se multiplicaban.

En Oriente, no había responsables de las autoridades para enfrentar este proceso. La comunidad del plantel, a través de sus propios representantes, era quien debía resolverlo, pero el problema no era sencillo. Por ello, como decisión de la Asamblea General, se propone la creación de una comisión para enfrentar el reto.

De esta manera surge la CHIPO, Comisión de Horarios e Inscripciones del Plantel Oriente, formada en principio por algunos de los coordinadores y representantes de las Academias.

Para empezar, se estableció contacto con el personal de la Secretaría de Servicios Escolares, las trabajadoras administrativas encargadas de recibir las solicitudes de inscripción de los alumnos. Había desconcierto y asombro, quizá hasta un poco de desconfianza en que se pudieran realizar las actividades propuestas a través de los representantes nombrados por la Asamblea General. Pasamos de la duda a la total identificación y finalmente a la total solidaridad, sobre todo cuando se llegó a percibir la magnitud del problema, que no tan sólo alcanzaba a la inscripción de los alumnos, sino a la formación de los grupos y eventualmente a la propuesta de contratación de profesores.

Fueron varios días en que se fueron buscando las líneas de solución para resolver el problema, se probaron diferentes esquemas para crear la forma de organizar las solicitudes. Poco a poco nos fuimos acercando a la solución.

La experiencia se convirtió en un espacio formado por la Asamblea General, en donde confluyeron los esfuerzos de varios integrantes del plantel, principalmente profesores, pero contamos con la solidaridad de los trabajadores, en particular, las trabajadoras del Departamento de Control Escolar. También destacó la participación de alumnos.

Las diferencias políticas entre profesores no se eliminaron, pero sobre ellas estuvo presente siempre la responsabilidad de la organización, a fin de garantizar la continuidad de la formación de nuestros estudiantes de aquella primera generación, además de mostrar que el Plantel podía resistir los embates de la autoridad frente al autogobierno, defendido por el trabajo de los integrantes de la CHIPO.Ì